La alopecia fibrosante frontal (AFF) es un tipo de alopecia (pérdida de cabello) que se caracteriza fundamentalmente por un retroceso de la línea de implantación del pelo a nivel de la frente y la región temporoparietal. Se presenta principalmente en mujeres postmenopáusicas, aunque puede presentarse en mujeres premenopáusicas y es raro su desarrollo en hombres. Este tipo de alopecia al ser cicatrizal, no presenta regeneración del pelo por tal motivo, representa un gran impacto psicosocial, afectando la calidad de vida de los pacientes afectados.
En cuanto a la etiología de esta enfermedad se desconocen las causas exactas, pero algunos estudios sugieren que se asocia a un disbalance hormonal y mecanismos autoinmunes al estar asociada a enfermedades como hipotiroidismo, vitíligo o síndrome de Sjögren. No se ha podido demostrar un componente genético en la AFF, aunque entre un 5-8% de las pacientes presentan antecedentes familiares. También se han descrito casos asociados con antecedentes de procedimiento quirúrgicos como lifting facial o trasplante capilar.
La manifestación clínica como se mencionó previamente es el retroceso de la línea de implantación frontotemporal del cabello, que se produce de manera simétrica y bilateral, llegando en ocasiones a extenderse a la región retroauricular. Por otra parte es importante resaltar que aparte de la zona frontotemporal, se puede afectar la zona occipital , vello axilar, vello púbico y la alopecia en las cejas que es un signo precoz de la enfermedad.
La piel de la zona donde se pierde el cabello presenta cambios cicatrízales irreversibles con ciertas características como: pérdida de folículos pilosos, piel lisa brillante y atrófica (delgada), donde se aprecian en algunas ocasiones pelos terminales sin ninguna alteración evidente (signo del cabello solitario). Generalmente este tipo de alopecia es asintomática, lo cual hace que se retrase el diagnóstico, pero a veces se pueden presentar síntomas con ardor, prurito y aparición de lesiones papulares en la zona de transición al cuero cabelludo.
El diagnóstico de la AFF se realiza de acuerdo a los hallazgos clínicos que presenten los pacientes, porque generalmente consultan en estados avanzados de la enfermedad, aunque en estadios iniciales se puede requerir procedimientos adicionales como biopsia de piel para diferenciar de otras patologías que afecten el cuero cabelludo que generan alopecia cicatrizales.
Hasta el momento no hay un tratamiento definitivo y lo que se busca con las terapéuticas ofrecidas por el dermatólogo es disminuir en parte la inflamación, evitar la cicatrización y con ello estabilizar el avance de la alopecia.
Es importante recordar que esta patología no compromete la vida, pero calidad de vida del paciente, por tanto es importante ofrecer todos los recursos que estén a nuestro alcance y una valoración oportuna por el médico dermatólogo.
Dra. Leidy Patricia Zúñiga
Médico Dermatóloga
RyZ Dermatech